La “eficacia” de la escuela, un desafío político y pedagógico

Debate sobre la enseñanza media en Francia
La “eficacia” de la escuela, un desafío político y pedagógico

por  Sandrine Garcia

Desde 2002, la Educación Nacional (o educación pública) es objeto de una intensa actividad legislativa: supresión de los institutos universitarios de formación de maestros (IUFM) así como de las Redes de Ayuda Especializadas para los Alumnos con Dificultades (RASED), cuestionamiento de los métodos de lectura, reemplazo de los cursos del sábado a la mañana por “horas de apoyo”, flexibilidad en la aceptación de los alumnos en las escuelas, etc.

La tasa de fracaso en la Universidad, así como el nivel obtenido en la evaluación de las competencias de los alumnos de la escuela primaria, no dejan de ser ruidosamente señaladas para justificar reformas destinadas a mejorar la “eficacia” de la escuela. La extensión de los dispositivos que apuntan a permitir el acceso de los egresados desfavorecidos del liceo a las grandes escuelas y, antes de eso, en 2007, el plan para lograr tener éxito en la licenciatura (los primeros años de la universidad) impulsado por la Ministra de Enseñanza Superior e Investigación, Valérie Pécresse, constituyen las políticas públicas más mediatizadas. Éstas últimas se caracterizan por la importancia otorgada a la prevención del fracaso, desde el jardín de infantes, donde se establecieron dos horas de apoyo. En la escuela primaria se han generalizado los dispositivos llamados de “acompañamiento escolar” a los cuales se agregan los programas de “éxito educativo”.

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