Declaraciòn Pùblica

Declaración Pública de Profesores de Viña del Mar



Los Profesores de Viña del Mar, adherimos al sentimiento de pesar que invade al magisterio chileno por el trágico fallecimiento del Inspector General del Liceo Los Guindos de Buin.

El docente Celestino Correa ha sido otra víctima de un sistema educacional que lleva desde sus cimientos, el menosprecio por la dignidad e integridad de quienes somos los profesionales de la educación.

Sus últimas palabras expresan un sentimiento de impotencia ante las decisiones arbitrarias que, desgraciadamente, toman aquellos a quienes se les ha conferido un poder que se permite considerar a los profesores como lacayos que deben acatar las órdenes del amo. Esas palabras, también,expresan la identidad con el establecimiento en el cual puso sus esfuerzos que emanaban de su vocación de docente, una identidad que trasciende la propia muerte.

Son muchos los docentes que comparten ese triste sentimiento de saber que, su entrega profesional, es despreciada por quienes han accedido a cargos en que utilizan el poder que se les ha conferido para jugar con la dignidad de las personas y, se valen de su posición de dominio, para sentirse con derecho a manipular la verdad y de ese modo conseguir sus fines, sin que la ética asome en sus conciencias.

Los profesores de Viña del Mar también conocemos ese tipo de administración educacional que nos daña y causa dolor. Sabemos que hay casos que buscan protección en la justicia y, muchos más que prefieren callar su situación por sentirse en la indefensión.

Sabemos que no podemos extirpar estas malas prácticas sin que juntos tomemos conciencia que cada uno de nosotros es responsable de que ocurran. Pero el individualismo se impone y, no actuamos en defensa de nuestros pares que, estando a nuestro lado, ignoramos en su pesar.

La dignidad se conquista con la solidaridad. Se logra cuando todos hacemos saber que no queremos someternos a un poder que juega con nosotros con nuestros sentimientos, con nuestros principios, con nuestra vida.

Esperamos que la muerte de Celestino Correa no sea en vano y, su sacrificio nos permita a todos como docentes chilenos, unirnos en la reflexión y en la acción.